- El Shira es el más antiguo y más erosionado.
- El Mawenzi, que le sigue en antigüedad, se eleva 5.354 metros sobre el nivel del mar, en el extremo oriental del macizo y también carece de la forma tradicional de los volcanes, pues la suya está enmascarada por gigantescos acantilados negros y por ruinas de la pared de un antiguo cráter que ha sido despojado de sus cenizas por siglos y siglos de constante erosión.
El Kilimanjaro constituye una inmensa barrera natural frente a los vientos monzónicos, cargados de humedad, que barren el este de África desde mediados de marzo hasta agosto. Los vientos que se dirigen de suroeste a oeste provocan fuertes lluvias en las bajas laderas de la vertiente sur y nieve y hielo en los puntos más altos. Pero, durante casi todos los demás meses del año, los vientos cálidos y secos del norte abrasan la vertiente norte de este macizo africano.
- El Kibo, situado en el centro del macizo, es el más joven y más elevado pico del Kilimanjaro, alcanzando la altura de 5.895 metros. Aunque nunca ha entrado en erupción en los tiempos históricos, los temblores de tierra de su entorno y los agujeros dentro del cráter, que despiden humo y gases calientes, indican que todavía hay actividad en las profundidades de su cono. A pesar de estar tan sólo a 320 kilómetros al sur del ecuador, el Kibo se halla cubierto por un espeso manto de hielo de unos 60 metros de espesor y que se extiende hasta 4.000 metros por debajo de la cumbre.
Simulación del perfil del Kilimanjaro