- BREVE RESEÑA HISTÓRICA

La primera noticia que se tuvo del Kilimanjaro en Occidente procedía del misionero alemán Johannes Rebmann, quien, con Ludwig Krapf, descubrió el macizo en 1848. Sin embargo, su descripción (un pico alto, cubierto de nieve y tan cerca del ecuador), fue ridiculizada.




El reverendo inglés Charles New alcan­zó la zona de nieve del Kibo en 1871, y dos años más tarde regresó con la esperanza de completar la ascensión; pero la expedición fue seriamente obstaculizada por los chagas y New murió en su viaje de regreso.

En 1886, el África Oriental estaba dividi­da por las potencias europeas en grandes colonias (Alemania reclamaba el territorio de la actual Tanzania mientras que Inglaterra se repartía una zona que, más o menos, corresponde a la actual Kenia). Se dice que cuando el káiser Guillermo de Alemania se quejó, un tanto infantilmente, a la reina Victoria de Inglaterra de que bajo los términos de un acuerdo ella se había quedado con dos montañas africanas cu­biertas de nieve (la otra era el monte Kenia) y él con ninguna, la reina ordenó rehacer las fronteras comunes entre las dos colonias, de forma que el pequeño rinconcito de tierra que contenía el Kilimanjaro se incluyera en la porción del soberano alemán.  Así pues, durante las tres décadas siguien­tes, la exploración del Kilimanjaro corrió a cargo de los alemanes.

En 1889 alcanzaron la cima Meyer y Purtscheller A partir de entonces, el Kilimanjaro fue visitado a menudo por otros escaladores.



En 1912 alcanzó la cima del Mawenzi Fritz Kiute.

Después de la primera Guerra Mundial, Alemania perdió todas sus colonias y la zona del Kilimanjaro quedó en poder de Inglaterra, siendo posesión británica hasta el año 1961, en que, como ya se ha dicho, el territorio alcanzó su total independencia.